En este artículo voy a hablar de lo importante que es hacer un control de los flujos de ingresos. No lo voy a hacer enfocado a la libertad financiera, generar X ingresos que de forma pasiva te lleven a ahí, lo que quiero enseñar es la importancia de hacer un buen control de esto. Nos puede recordar a alguna compañía que todos los ingresos provienen de una sola fuente. En España, más de uno seguro que habremos oído casos de proveedores de algún supermercado, que les obligan a dedicarse exclusivamente a este, y acaban totalmente dependientes y sumisos (si no a cerrar la empresa).
Por eso me gustaría ilustrar la teoría de ser más resilientes disponiendo de diversas fuentes de ingresos.
Un solo ingreso, el salario
La mayoría de la población lo que va a disponer es generalmente de una fuente de ingresos y esa fuente de ingresos va a financiar gastos (comida, ocio, agua, luz, gas, ropa, transporte y familia). Con suerte si sobra algo, este dinero se destinará a cualquier tipo de ahorro. Cuando digo cualquier tipo de ahorro, lo normal será que esta persona no tenga ni idea en lo que está invirtiendo: fondos de inversión, planes de pensiones o lo que le digan, con suerte si cae en manos de alguien competente y responsable podrá mantener la inflación y ganarle algo.
El problema de este caso es que una fuente de ingresos significa un cuello de botella bien marcado, si esta tubería ser rompe, tenemos un problema no hay ingresos para sufragar gastos. Esto se podría compensar en una familia si trabajan ambos miembros, pero a fin de cuentas, es muy probable que con un sueldo no se llegue para pagar todo, pero podría dar. Aún así el problema es latente, y cuantas más personas sean dependientes de ese sueldo/pensión/fuente de ingresos tendremos un problema.
Por un momento imaginar, que ese ingreso no viene del trabajo, y viene vía rentas. Y de un solo sitio, imaginaros un inmueble en una de las principales calles del país, y está alquilado a una empresa, te viene la pandemia del Covid-19 y estás K.O., lo mismo sucedería al tener todos nuestros ahorros invertidos en una sola acción que reparte dividendos, si esta no paga, o suspende/cancela el dividendo K.O. (al menos al ser un mercado líquido, el mercado bursátil, podremos vender). Estas suposiciones que en caso de la bolsa o mercado inmobiliario son muy evidentes, no lo son tanto en cuanto a recibir el salario.
Priorizando ahorro, inversión
Aquí en esta imagen mostramos el punto en el que empezamos a priorizar el ahorro/inversión, a la par que los gastos, muchos les llaman preahorrar, lo cierto es que para mí estan al mismo nivel, no vas a prescindir de comer o de pagar la luz, por mucho que preahorrres, salvo que le quieras deber al banco o la utility de turno, aunque el concepto es bueno de separar una remesa para invertir desde el minuto inicial, y no esperar a lo que sobre de gastos para ahorrar/invertir. Si realizamos esto como en la primera imagen, es muy posible que a ahorro/inversión llegue poco.
En esta etapa, tan pronto como empezamos a invertir empezamos a construir un ingreso, que podrá ser diferido para un futuro, pero lo más seguro es que seamos nosotros, nuestros descendientes o alguien, el que vaya a tirar de ese ahorro/inversión. Al construir este punto y empezar a comprar activos productivos (empresas o montando la nuestra) estamos creando una renta que rescataremos o no (y por lo tanto tributará cuando toque, si toca). A mayores rentas que tengamos nos será más fácil de romper con la fuente principal de ingresos y estar en la dinámica de salario/gasto, ya que destinaremos cada vez más a inversión/ahorro, sino hasta que nos muramos (en la jubilación el salario será la pensión).
Múltiples ingresos
En este tercer gráfico, debería de salir la flecha de ahorro e inversión hacia las rentas 1 y 2, siendo la fuente de dichas rentas. Al invertir en etapas iniciales comenzaremos a diversificar la llegada de ingresos y romperemos la dependencia de un único flujo. A medida que creamos flujos y aumentan nuestras inversiones, estamos diversificando y siendo menos dependientes del salario, con lo cuál estamos comprando libertad para tomar decisiones. A medida que el ingreso principal sea menos dependiente, nuestro grado de libertad aumentará y nuestras posibilidades también, y seremos más resilientes a los cambios.
Como inversores sabemos que las fuentes pueden ser múltiples: acciones, fondos, inversiones inmobiliarias, planes de pensiones, empresas no cotizadas, bonos, segundos trabajos, etc.
Tener múltiples flujos de ingresos nos diversificará, y minimizaré el daño si por ejemplo perdemos el empleo, queremos emprender nuevas metas, o lo que nos propongamos. Aumentaremos el grado de predictibilidad de los ingresos, y ganaremos en tranquilidad.